viernes, 26 de septiembre de 2014

¿Cómo escoger el tema de una novela para que sea exitosa?

No hay duda de que el tema influye en la venta de un libro. En una conversación en Facebook surgida a partir de una encuesta que hizo Marlene Moleon referente a si era conveniente el intercambio de comentarios entre autores como factor de promoción de los libros, una de las respuestas hecha por Enrique Vélez (escritor y promotor) fue que no son tan importantes las reseñas o comentarios, ni siquiera el tema de la novela sino ser un buen vendedor (cito):

“Lo más curioso de todo es que realmente si lo que queremos con los reviews es que la novela se venda, no es escritor ni lector lo que necesitamos, sino un buen vendedor.”

¿Qué opinan ustedes?

Pero como en todo arte, la escritura no escapa a la subjetividad de los espectadores. Un texto que un autor puede calificar de maravilla, a cualquier lector podría parecerle soso.

Lo que acabo de decir está confirmado por mi último lanzamiento “Quién era Brian White”.  Según Enrique Vélez soy una buena vendedora, sin embargo esta vez a pesar de haber puesto en marcha algunas estrategias que no utilicé antes, como enviar un correo personal a todos mis fans (personas que me escriben cada vez que leen un libro mío para felicitarme o darme su opinión), logré llevar la novela a la lista de los más vendidos tanto en España como en Estados Unidos en menos de 48 horas, pero al cabo de un par de días desapareció de la lista. ¿El motivo?

Puede deberse a que lo compraron y no lo leyeron, de manera que no actuó el boca/oreja.

Lo compraron, lo leyeron y les pareció malo, por lo tanto no lo recomendaron.

Les pareció malo en comparación de mis otros libros que sí se venden a un ritmo regular.

¿Qué prueba esto?

Un libro puede estar bien escrito. Puede tener un tema que a nosotros nos parezca interesante, pero no por ello ni por más promoción que hagamos se venderá, porque no está dentro de los parámetros de interés o intelectuales de los lectores.

Yo había escrito siempre novelas de aventura, de guerra, de misterio y hasta de ciencia-fición, y el factor común era la intriga, el misterio y la acción. En ¿Quién era Brian White? Me introduje en el mundo interior de Blanca Miosi. ¿Y a quién rayos le interesa conocer mi mundo interior? Era lo que yo siempre había pensado, pero no hice caso de mi instinto y terminé publicando el libro, lo que me enseñó que más allá del hecho de que desee ser leída, si deseo vender libros debo escribir acerca de temas que sé que los lectores esperan de mí.

Para temas filosóficos existen muchos autores más conocidos con los que no podría competir porque tienen su nicho de lectores.

¿Quién era Brian White? Sin embargo no es tan profundo como me hubiera gustado, son solo simples pinceladas de pensamientos que me rondan, transformadas en la historia de un joven con todos los ingredientes de mis anteriores novelas: misterio, intriga, y en este caso agregué un componente más: amor. Apasionado, loco, ciego. Pero no resultó. Las personas que lo leyeron dejaron comentarios positivos en Amazon pero más bien creo que lo hicieron por tratarse de mí, y porque son buenas personas.

De manera que, ¿qué se necesita para vender mucho? En pocas palabras:

Dar al público lector lo que espera de uno. Por eso mi próxima novela ya en marcha será: “El rastreador”. Espionaje, intriga, acción.

Pero no se equivoquen. No es que yo escriba a pedido del público porque de esa manera sé que venderé. Lo hago porque básicamente me encanta escribir ese tipo de novela, ¡disfruto haciéndolas y espero que los lectores también lo hagan al leerlas!


Hasta la próxima, amigos!
Blanca Miosi

viernes, 12 de septiembre de 2014

¿Necesitas ayuda para publicar? ¡Ahora todo es más fácil!

Con los cambios que se han percibido desde que es posible que los escritores autoediten sus obras el mundo editorial ha cambiado ostensiblemente. Y es que en esta era tecnológica todo es rápido, ya no hay que esperar a que transcurran años para que una idea cuaje o se ponga en práctica. El mágico “clic” de la era Internet lo hace posible y lo que antes tomaba años hoy se puede realizar en unos quince minutos como mucho.

Obviamente me refiero a la autoedición. He hablado mucho del asunto, y los que están familiarizados con el uso de las redes, los registros en las páginas web, en los foros, en las redes sociales en general, probablemente consideren que todo el mundo lo puede hacer y no es así.  Muchas cosas se dan por hechas y ahora hasta los entes gubernamentales lo envían a uno a casa para en lugar de ellos darnos información, los sustituyamos por una página web en la que figuran una serie de comandos que no siempre coinciden con las instrucciones que nos dan en una hoja que supuestamente es un tutorial.  (Así se llaman ahora las instrucciones, lo aclaro para quienes aún no lo sepan)

Ayer fui a actualizar mis datos del Registro de Información Fiscal y después de hacer una cola y esperar para ser atendida, una amable joven me señaló en una pantalla lo que tenía que hacer para actualizar yo misma mis datos ingresando un Nick y una clave.  Al llegar a casa lo hice no sin antes averiguar por mi cuenta cómo rayos se llamaba la página, y cuáles eran los pasos a seguir porque los que ella me dio en una nota no eran efectivos.

Asimismo hay muchos escritores que de Internet lo único que saben -y de manera precaria-, es entrar a su correo electrónico y cuando mucho, a Facebook. Jamás han comprado en Amazon, y si lo han hecho se sienten incapaces de publicar sus libros por sí mismos en ese sitio, a pesar de que las instrucciones son sencillas y muy claras.

Tomando en cuenta estos detalles ha surgido una nueva clase editorial: la que sirve de apoyo al escritor que desea subir sus libros a plataformas como Amazon o Smashwords, esta última es la súper plataforma, una distribuidora a través de la cual los libros se venden en IBooks, Barnes & Nobles, Kobo, Overdrive, Scribd, Flipkard, Baker & Taylor, etc. Cuyas regalías oscilan entre 60% si son estas tiendas o el 85% si se venden directamente por Smashwords.

Estas nuevas editoriales se especializan en dar servicios, asesoría, promoción y distribución, voy a mencionar a algunas que conozco a través de los contactos que hemos hecho en las redes sociales:

ERIGINAL BOOKS, Su directora es Marlene Moleon. Desde la ciudad de Miami, Florida ejerce una labor encomiable, hoy por hoy es la más conocida CEO (directora ejecutiva) de su propia editorial. Según sus palabras: “Es un agente de promoción cultural del siglo XXI en constante experimentación”. Marlene también es escritora, su novela “La isla de los pregones” quedó finalista en el Premio Azorin 2007, y su labor como promotora incansable la ha hecho parte indispensable de la comunidad de escritores hispanos aunque es bilingüe y su editorial publica en ambos idiomas.

EL BLOG DE ALEXIA JORQUES, desde España Alexia Jorques presta servicios de corrección ortotipográfica y de estilo, maquetación para formatos digitales e impresos; también de diseño de portadas, he visto las suyas y realmente son muy hermosas.

PUBLICA TU LIBRO PUBLICA TU SUEÑO,  lo encabeza Enrique Vélez Rosas desde Venezuela, y aquí algo muy importante dada la especial situación de nuestro país, es posible pagar sus servicios también en moneda local. Ofrece los servicios de corrección, maquetación, diseño de portadas y para quienes necesiten ayuda para subir sus libros a Amazon, su empresa lo hace, además de prestar asesoría para quienes vivan en países que estén bajo tratados en relación al pago de impuestos con los Estados Unidos. Algo en lo que pocos se fijan pero que a la larga puede ser una importante fuente adicional de ingresos.

VALORA Y CORRIGE, de Vivian Stusser. Escritora de género erótico, profesora en la Academia de Escritores, Vivian trabajó varios años como evaluadora y correctora de originales en la editorial Planeta de Venezuela.

FRANCISCO GIJÓN, escritor y divulgador de historia con múltiples libros publicados. Ofrece sus servicios de análisis de la obra y su viabilidad, corrección estilística e informe. (Hice uso de sus servicios y me consta que es bueno)

ROCÍO CASTRILLO, periodista y escritora, trabaja como correctora de artículos y discursos, también es escritora y tiene dos novelas en su haber: "Una mansión en Praga" y "Ellas y el sexo".

ERNESTO VALDES, cubano de nacimiento, vive en República Dominicana. Es un artista gráfico, ha diseñado muchas portadas para la mayoría de escritores que conozco. Sus trabajos son excelentes y sus precios inigualables. Pueden ver una muestra de ellos aquí.

Por último: si tienen dudas o requieren de apoyo adicional solo tecleen las palabras mágicas en Google: "Editoriales que prestan servicios para subir obras a Amazon".

Los autores independientes cada vez tienen más apoyo de estas pequeñas empresas especializadas que pueden ayudarlos a publicar y a corregir sus trabajos. Pero hay algo que debería quedar muy claro: escritores hay muchos, dentro de ellos destacarán algunos. Otros tendrán ideas magníficas pero pésimamente escritas. Para éstos aconsejaría un “negro literario”. A veces no es posible corregir una obra sin partir de cero desde el principio, cuando ese es el caso, es preferible que otro sea quien lleve a cabo la labor de escritura, de lo contrario podría quedar la corrección peor que el original, pues no hay peor cosa que una novela a la que se le noten los parches.

Digo esto porque estamos en una época en la que cualquiera puede publicar, ya que no es necesario ser escritor para hacerlo.  Respetemos el oficio evitando publicar cualquier cosa y si lo que desean es publicar a toda costa una biografía o algo que piensen que el mundo no debería perderse, contraten los servicios de un “negro” o un “fantasma” literario. El resultado podría ser muy bueno.

¡Hasta la próxima, amigos!

Blanca Miosi

domingo, 7 de septiembre de 2014

"Ahora sí me siento escritor" ¿Firmaste con una editorial?

Los escritores estamos viviendo una época que será recordada en los próximos años como el boom de los independientes, o el de la Generación Kindle, si prefieren identificarla con la marca que fue la pionera.  Recuerdo que hace un par de años se dio una discusión acerca de quién había inventado el nombre. Que yo recuerde surgió de una conversación que tuvimos por Twitter varios escritores, y fue Esteban Navarro quien acuñó el nombre. Esteban es un exitoso escritor con varias novelas publicadas. Empezó autoeditando en Amazon y fue seleccionado por una editorial, así como viene ocurriendo desde que esta plataforma se convirtió en terreno fértil para los cazatalentos.

Al principio el reclutamiento de los autores que figuraban en las listas de los más vendidos fue copioso. Algunos de ellos siguieron destacando y otros desaparecieron de Amazon pero al menos tuvieron el privilegio de haber sido fichados por una editorial.  Después las editoriales se volvieron más selectivas; solo fichaban a los que consideraban podrían convertirse en unos verdaderos bestsellers.

No sé si todos estarán satisfechos del paso que dieron, me consta que algunos escritores no obtuvieron lo que deseaban o lo que esperaban, es decir, dejar de promocionar sus libros para dedicarse en exclusiva a escribir, pero en el fondo creo que firmar con una editorial les supuso una reafirmación como escritores.

Pero los tiempos en esta época tecnológica son cortos, al menos es la sensación que tengo. Todo ocurre demasiado rápido y cuando menos lo esperamos ya las cosas han cambiado. ¿Por qué lo digo? Porque hoy en día decir que si no se firma con una editorial no se es un escritor “de los de verdad” podría oírse petulante. Hay buenos escritores que por motivos de mercadeo no son captados por las editoriales, que en su mayoría trabajan más como una empresa que como un apoyo al escritor. Sé de muchos autores que no tienen un ápice de talento y publican bajo sellos editoriales, pero escriben historietas que le gusta leer a la masa.  Y otros que escriben como los dioses y sus libros no son tomados en cuenta porque precisamente son demasiado buenos. Y ya sabemos cómo es el lector promedio, de otra forma no se explicaría cómo es posible que por ejemplo, en una feria de libros, los clientes (no voy a llamarlos lectores) hagan filas interminables para obtener una firma de un personaje de farándula.

Escribo este artículo porque leí con tristeza cómo un autor se autocalificada “ahora sí” como escritor después de haber firmado contrato con una editorial.  No es la mejor manera de empezar, pero no voy a echar por tierra sus expectativas, cada quién tiene el derecho de pasar por sus propias experiencias así como lo hicimos todos. Y conste que no lo digo porque no publico por editorial, que sí lo hago. Es más, empecé publicando por editoriales. Hoy me encuentro cómoda tal como estoy, en ambos mundos, y me siento orgullosa de ser autoeditada. Sé que nadie moverá mis libros mejor que yo. Si algo hemos aprendido los escritores es que nuestro trabajo no termina al poner la última letra en un manuscrito, y eso nos ha hecho fuertes, hemos aprendido mucho y comprendemos mejor a los lectores y el mercado.

Así que aquellos que no han obtenido un contrato editorial no se desanimen, ¡son libres! No siempre perder la libertad es la mejor opción.

¡Hasta la próxima, amigos!
Blanca Miosi



lunes, 1 de septiembre de 2014

¿Tienes una estrategia para vender tus libros?

Ahora que tenemos la facilidad de publicar libros en cualquiera de las plataformas que tienen el servicio, ese punto dejó de ser un problema. Los autores independientes que realmente desean destacar cuidan más que nunca la presentación; las portadas son más profesionales, la maquetación bien cuidada, pocas novelas se suben sin su debida Tabla de Contenidos, y en general el aspecto de las obras tienen un acabado más profesional.  Hoy el principal problema consiste en saber venderlas. O lo que es igual: darlas a conocer al grueso del público que diariamente se suma a la lectura digital.

Las tablets y lectores electrónicos además del ya conocido y pionero Kindle son comprados cada vez por más personas ávidas de las novedades, y en países donde la oferta de libros es escasa y costosa, tener un lector electrónico es un gran ahorro porque pueden conseguirse toda clase de libros a precios de ganga. De manera que si bien la oferta de libros ha crecido, al mismo tiempo ha aumentado la demanda. Los que publicamos de manera digital no podemos quejarnos. Pero entonces surge el principal escollo: ¿cómo se venden los libros? Especialmente si nadie conoce al autor y mucho menos la obra que ofrece.

Y aquí debo hacer la pregunta que se haría Jeff Bezos: How?

En una de las pocas entrevistas concedidas por él le preguntaron cuál era el secreto para ser el emprendedor más importante de estos tiempos. Si tomamos en cuenta que el señor Bezos es considerado como el CEO N°1 del mundo, según la revista Forbes, debemos de pensar que su planteamiento tiene razón.  Las tres preguntas que él dice que lo llevaron al éxito son: How? What? Who? (¿Cómo? ¿Qué? ¿Quién?)

Y como nosotros no estamos persiguiendo formar una multinacional que venda toda clase de artículos, dirigiré estas tres preguntas hacia el mercado que nos interesa: los libros.

How? ¿Cómo hago para vender mis libros? Si tenemos a la mano las redes sociales lo más sensato es que hagamos uso de ellas, cuanto más si son gratuitas. ¿De qué manera? Utilizando la imaginación, haciendo buenas presentaciones, sea en Facebook, Twitter, Google +, Pinterest, Instagram, Linkedin. Evitemos ser demasiado repetitivos, lacónicos, seamos creativos, aprendamos a hacer hermosas imágenes que llamen la atención y piquen la curiosidad de nuestros probables lectores, y no nos restrinjamos a nuestros libros únicamente, seamos abiertos, colaboradores, practiquemos la bondad y la cordialidad, ¡es tan agradable saber que ayudamos a otros a conseguir sus sueños!

What? ¿Qué oportunidades existen? ¿Qué público es al que tengo que dirigir mis libros? En pocas palabras: planificar la estrategia. Dónde ofrecer, ¿qué proyectos tienen en el futuro, escribir un solo libro? ¿Escribir muchos libros? Y las respuestas vienen solas: Debemos planificar lo que haremos para vender mejor y llegar a la mayor cantidad de público posible utilizando los recursos que tenemos a mano: Reseñas, entrevistas, abrir grupos en Facebook, participar en programas de radio, hacer amistades con otros escritores, ayudarlos para que nos ayuden… y seguir escribiendo libros, pues cuantos más tengan más oportunidad de vender tendrán.

Y por último, Who? Esta es la más importante según mi modo de ver las cosas. ¿Con quiénes debemos asociarnos? En el caso de Bezos él se rodea del mejor personal posible. En el nuestro no podrá ser así pues no tenemos empleados, pero podemos asociarnos o formar alianzas con los mejores del medio. Los que más presencia tienen en la red, los que más seguidores tienen de manera que nuestros Tweets o avisos no se pierdan en el anonimato de treinta o cuarenta personas sino que lleguen a treinta mil cuarenta mil, un millón de almas.

Y todavía existe algo más que considero de suma importancia: la actitud. No se puede tener una actitud derrotista antes de empezar. Ni ser negativo, ni pensar que el mundo está en contra. Veo con sorpresa muchas veces que escritores inteligentes siempre encuentran pretextos para no ocuparse de la promoción de sus libros, lo que puede ser también inseguridad de su parte, pues si los promocionan y aún así no venden tal vez es porque sus libros no son tan buenos como piensan.

Pero también existe otro factor: No todos los libros son para todo tipo de lectores. Estemos claros en algo, y es que lo que más vende es la novela, y dentro de los géneros el que se lleva la palma es el romántico, ¡bien por ellos! Ocupan casi que de inmediato los primeros lugares de las listas, seguidos por los thrillers y las novelas históricas.  Así que si van a planificar estrategias tengan en cuenta qué es lo que más se vende. Existen libros exquisitos que no son del agrado del grueso del público, y mientras el escritor siga en esa línea lo más probable es que mantenga un grupo de escritores selectos fieles a su literatura, pero la gran mayoría lo ignorará.

Es la respuesta a la pregunta que se hacen tantos buenos escritores: ¿Por qué no se venden mis libros? Tal vez porque son demasiado buenos, y vamos a estar claros, los buenos libros requieren de buenos lectores.

Y esto es todo por hoy, ¡hasta la próxima, amigos!

Wobi: El secreto de Jeff Bezos